Deporte Risaraldense

Luna de Miel

El concepto claro

 

“Los técnicos somos esclavos de la tiranía de los jugadores” Vicente del Bosque

El término Luna de Miel deriva de las costumbres nórdicas, donde el matrimonio debe beber hidromiel, bebida alcohólica que se obtiene a partir de la fermentación de una mezcla de agua y miel, en la boda y en la primera lunación después de ésta para ser bendecido por los dioses. La hidromiel, considerada la primera de las bebidas alcohólicas que consumió el hombre y precursora de la cerveza, era el único alimento de Odín, padre de todos los dioses nórdicos.

Hace 16 años no se vivía esta “Luna de Miel” futbolística en la ciudad de Pereira, en aquel año 2000 con un equipo lleno de jugadores, técnicos y directivos pereiranos y muchas dificultades económicas se logró el ascenso con un invicto de 19 fechas, los primeros meses del 2001 en primera división fueron también de luna de miel, ocupando primeros lugares con aquel equipo de “Rafa” castillo, Hugo Sánchez, Jorge álzate, Cardona, Ricardo Álvarez…etc.,
Hoy, que no se ha ganado nada, se siente un muy buen ambiente entorno al equipo Matecaña, una campaña histórica en materia numérica y lo mejor con criterios futbolísticos muy convincentes, en materia administrativa con sus bemoles y sin ser un dechado de virtudes, supera ampliamente la última gestión de la familia López.


Convicción y Necesidad

Desde la llegada de estos administradores auxiliares de la justicia, en julio de 2015, uno de sus discursos era darle oportunidad al jugador de las fuerzas básicas, ¿por convicción? O ¿por necesidad? En la era Lissi, el grupo estaba armado y la única aparición fue la de Juan Camilo Hernández y la consolidación de Leonardo castro quien recibió la oportunidad de José Fernando Santa, ya con la llegada del profesor Craviotto se ha dado el debut de un grupo de jugadores y la consolidación de otros. Nombres como: Dennis Izquierdo, 19 años, Sebastián González 20 años, Cesar Manzano 18 años, Jorge Murillo 20 años, Luis Cuartas 20 años, Jorge Iván Posada 21 años y los consolidados Jorman Campuzano 20 años, Joan Jiménez 19 años y Juan Camilo Hernández 17 años, este momento demuestra lo bien que se trabaja en los clubes y en las selecciones Risaralda y que en un torneo de segunda división como el que se compite en nuestro país se le puede, se le debe y se le tiene que dar oportunidad al jugador de las divisiones menores, el sistema del torneo lo permite y así con los jugadores de recorrido más 4 refuerzos para el próximo semestre se puede soñar con cumplir con todos los objetivos. Qué lástima que un técnico colombiano como “Kiko” Barrios haya dejado escapar una generación de jugadores que fueron subcampeones nacionales juveniles dirigidos por el “chiqui” Álzate poniendo jugadores costeños, en detrimento de los nuestros para terminar penúltimos. En unos casos por convicción y en otros por necesidad la realidad es que es un momento histórico para el jugador pereirano que no puede dejar pasar.


En el Metro

El lunes ante Barranquilla, equipo al que solo se le había ganado una vez en el Roberto Meléndez en el año 2012, el amado roji-amarillo realizó una presentación aceptable, el primer tiempo sin balón impecable, con el útil impreciso, sin profundidad, desequilibrio y por consecuencia sin opciones de gol, con el atenuante de tener un solo atacante titular, en el segundo tiempo un poco mejor con balón y un poco menos en fase defensiva, al final un triunfo con carácter y jerarquía sin sobrarle mucho. Quejada la figura, Batiste liderazgo y bombazo; bautizo de gol para Manzano, ojalá esta Luna de Miel dure hasta diciembre. ¡Abrazo de gol!

 

Diego Salazar

Por: Diego A. Salazar Valencia

 

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