Deporte Risaraldense

Normalito como futbolista; muy bueno como pesista.

¿Cómo es la vuelta?, le preguntó en el coloquial lenguaje juvenil Brayan Andrés Hinestroza a uno de sus vecinos, a quien veía entrenar levantamiento de pesas.

Lo que quería el reciente medallista en Juegos Nacionales era, básicamente, ser más “acuerpado”, y lejos estaba de pensar que este deporte le brindaría hasta hoy tres medallas en sus dos participaciones en Juegos Nacionales, pero que además el levantamiento de pesas sería, como en efecto lo es, su sustento económico.

En los Juegos del 2012 en Popayán, Brayan logró bronce en envión, y la semana pasada obtuvo plata en esa misma modalidad y bronce en total, todas en la división de 94 kilogramos.


Su historia deportiva está repartida entre las pesas y el fútbol.

Después de que su vecino del barrio Colinas del Triunfo Juan Guillermo Sánchez (expesista) le dijera “cómo era la vuelta”, Brayan practicó la halterofilia durante dos años, pero se retiró.
“Yo era muy malo y muy perezoso, levantaba poquito, no era técnico, dudaba de lo que podía ser”, dijo este deportista nacido hace 21 años en Pereira (3 de abril de 1994).

Y se convirtió en futbolista, específicamente en carrilero por derecha. Fue jugador del club Olimpia, con el que asistió a torneos nacionales en Cali y disputó campeonatos locales, sin mayor trascendencia para él.

Las pesas, sin duda, le seguían haciendo un guiño, porque no de otra manera se explica que en la institución Jesús de la Buena Esperanza se haya encontrado con su compañero de clase, el mundialista John Jairo Serna, quien volvió a convencerlo de regresar al gimnasio de pesas.

“Las pesas son una cosa loca; me gustan, es un pasión que practico de corazón”, dice emocionado Brayan Andrés Hinestroza Rentería, quien se define como un pesista técnico muy fuerte en el envión.
En su formación deportiva han incidido notoriamente Luz Adriana Soto y Ricardo Celis, actual presidente de la Liga, “quien me formó, me cuadró mis defectos físicos. Él es como un padre para mí”.

Brayan tiene tres objetivos claros: uno de ellos es lograr su primera salida internacional como pesista, algo que podría estar cerca, ahora que es medallista de Juegos Nacionales. El segundo, estudiar ingeniería civil, y el tercero, sacar adelante a Matías Hinestroza Mena, su hijo de un año, “por quien me rompo el lomo entrenando pesas”.

 

 

Texto: Orlando Salazar Zapata 

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