Deporte Risaraldense

El paracycling, una oportunidad de esperanza para Leonardo Fabio

Leonardo Fabio Varón López es un deportista del paracycling que vive en Guadalajara de Buga, Valle pero que pertenece a la Liga Risaraldense de Ciclismo desde su rama en la modalidad de “hand bike” o bicicleta de mano, hace parte de la categoría H 5, que es la de personas con amputaciones, ya que la categoría H 4 es para personas parapléjicas o que han perdido la capacidad de movimiento de la columna. Él tiene amputadas ambas piernas, pero gracias al deporte ha podido llegar más lejos que muchas personas con ambas piernas.

Su historia en el deporte comenzó de una forma trágica en 2009, cuando sufrió un accidente militando para las Fuerzas Armadas Colombianas, en una emboscada de la guerrilla pisó un artefacto explosivo que lo dejó sin piernas, convirtiéndolo en una víctima más, de las miles, que las minas antipersonales y el largo conflicto armado sin sentido han dejado para el país.

Su recuperación duró dos años y en 2011, a sus 30 años, le enseñaron una bicicleta de mano, traída desde los Estados Unidos y desde el momento en que se montó, se enamoró de este deporte: “es un deporte muy bonito, porque nosotros que andamos en silla de ruedas haciendo recorridos cortos, después de montarnos a una bicicleta para personas con discapacidad podemos hacer recorridos de 150 o 160 kilómetros e ir a lugares que creíamos que no volveríamos  a visitar, y todo haciendo deporte, es muy bonito”, dice hoy, mostrando el deporte como una salida ante los males.

Este deporte, requiere de una gran disciplina, él para mantener su buen nivel entrena 6 días por semana, entre 4 y 6 horas, dependiendo de las indicaciones de su entrenador, y descansa solo los lunes o los domingos.

Aparte del deporte, Varón es pensionado de las fuerzas militares, pero se dedica a varias actividades, ya que tiene una fábrica de hielo cultivos de aguacate Hass para exportación, cultivos de café y cultivos de plátano.

En su última competencia, que fue en  los Juegos  Nacionales de Cartagena, ganó dos medallas de oro, una en contrarreloj y otra en ruta. Esto le genera gran satisfacción.

Recuerda de gran manera la maratón en Washington, que ganó, y dice que esta es la competencia que mejor recuerda, aunque dice que la carrera más difícil de su vida ha sido la discapacidad: “La competencia más difícil de mi vida es la lucha de vivir con mi discapacidad, eso lo tomo como una competencia, es un reto para nosotros, todos los días salir a la calle y ver que nuestras carreteras no están adecuadas para las personas con discapacidad, la vida así es una lucha”.

Las dificultades que ha afrontado han sido muchas, como no tener apoyo para mejorar su bicicleta o no tener dinero para viajar al extranjero a competir, dice que, en este aspecto, Risaralda le ha colaborado mucho.

Y por ahora su mayor aspiración es hacer lo posible por entrar al ranking de los 8 mejores del mundo, ya que así  podría recibir el apoyo de Coldeportes, ha estado cerca de llegar a esta marca, pero aún no lo ha logrado, se le ha escapado por poco, ya que ha ocupado el noveno lugar y también el décimo. Sus proyectos a largo plazo son muchos, ya que en los deportes con discapacidad no hay una edad de retiro como si pasa en el deporte convencional, así que sabiendo esto, espera seguir creciendo en su carrera, que aún está empezando, dice haber visto a un holandés que compite y tiene 60 años: “le gana a más de uno”, manifiesta.

El coronavirus para él fue una dificultad, ya que necesita salir a las calles para practicar su deporte, por ende su nivel se vio afectado, pero poco a poco irá mejorando y se levantará de nuevo como ya lo ha hecho con el paracycling.

Por: Diego Vélez-Estudiante Comunicación Social Periodismo Universidad Católica de Pereira. Capítulo de aspirantes Acord Risaralda.

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