Deporte Risaraldense

La juvenil: primer objetivo cumplido

La otra opinión

Gracias a la selección juvenil de Wilson Cano y Carlos Mesa, el fútbol de Risaralda está de regreso a unos Juegos Nacionales después de 15 años de ausencia. Primer objetivo cumplido, muy valioso y gratificante, por cierto, de los tres que debe animar a este grupo.

Los otros dos tienen que ver con la final juvenil y la participación en las justas de noviembre próximo. El segundo, un gran reto, el anhelado título que no tiene nuestro departamento en certámenes nacionales a nivel de selecciones. Y el tercero, subir al podio en los Juegos, cuyo antecedente no superado es el bronce de 1988 con el combinado de José Guevara.

El resultado para mostrar
El tiquete a las justas nacionales es el resultado de mostrar de la actual liga que preside Arpidio Escobar, aún por encima del subtítulo obtenido en el año 2011 cuando perdió el primer lugar en Pasto, por gol diferencia con Antioquia.

Es que para el fútbol de Risaralda –y perdonen la comparación, aunque parezca excesiva- clasificar a Juegos lo es como para Colombia ir a un Mundial. Son torneos de enorme envergadura, en los que aquí y allá todos quieren ser protagonistas.

De Arpidio y su grupo de trabajo reconozco su gestión administrativa. Esto no admite discusión. La liga tiene hoy otra cara organizativa, merced también a la tarea de Luis Eduardo Duque. Pero les falta la recompensa: el triunfo en la cancha.

El reto de esta juvenil

Para Wilson Cano y sus jugadores haber obtenido la casilla a Juegos –vale decir que para mí lo más complicado fue el grupo eliminatorio en Bucaramanga, donde sacaron al local- equivale a un desquite luego de su gran decepción hace un año cuando la liga hizo la final en Pereira con la seguridad de tener equipo para esa anhelada estrella, pero apenas dio para un 5º. lugar.

Seguramente ahora más maduros, con los pies en la tierra, con la experiencia ganadora de la pasada Copa Ciudad Pereira, esta selección pueda cumplir un mejor desempeño que en el 2014, aunque si me preguntan por título vacilo a la hora de responder.

La selección de Cano es rendidora pero aún tiene altibajos. No es brillante, es muy táctica. Es un grupo muy homogéneo en el que resaltan dos estupendos jugadores: el defensa William Castro y el atacante Juan Camilo Hernández. Su gran virtud es la contundencia de su ataque: consigue los goles justo cuando los necesita. Y por lo visto este año con un agregado emocional pues luchan el resultado hasta el pitazo final. Así le empataron a Santander y le ganaron a Cesar.

Los clasificados

Los seis clasificados para la final fueron Antioquia, Risaralda y Córdoba por la semifinal de Pereira; Bogotá, Valle y Meta en la de Villavicencio. En la capital llanera se quedó un grande, Atlántico. El único representante de la costa –Córdoba- es el de menos tradición. Magdalena y Bolívar ni siquiera pasaron la fase de grupos. Y otro eliminado en Villavo fue Nariño, cantera de grandes jugadores.

 

ocampo.jpgPor Hugo Ocampo Villegas
Twitter: @hovi55

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