Deporte Risaraldense

Los “gladiadores” Pereiranos

El concepto claro

“La eficacia es el casi todo en el fútbol” Jorge Barraza.

Nos toca remontarnos a la Antigua Roma para definir la palabra gladiador: combatiente armado que entretenía el público en confrontaciones violentas y mortales contra otros gladiadores, animales o contra condenados a muerte. Aunque algunos gladiadores combatían por voluntad propia, la mayoría eran esclavos o condenados, que eran entrenados en condiciones muy duras y estaban socialmente marginados y segregados.
Pues bien metafóricamente y a veces no tan lejana a la realidad en nuestro Deportivo Pereira tenemos dos “gladiadores” que entretienen a su público en confrontaciones en el estadio Hernán Ramírez, se han entrenado en condiciones muy duras y eligieron ser futbolistas ya que socialmente eran pocas las oportunidades, ellos son: LEONARDO CASTRO Y JUAN DAVID RÍOS.

Los gladiadores de la época clásica fueron unos luchadores de la supervivencia, no importaba la procedencia sino el destino y eso exactamente le pasa a estos dos matecañas que luchan partido a partido sin más espada que su corazón roji-amarillo y una ilusión de devolver al equipo de la tierra que los vio nacer a primera división, algo que ninguno de los dos han logrado: jugar en primera, que paradójica es la vida y el fútbol estos 2 gladiadores que el lunes ayudaron a su equipo a dar un paso adelante en busca del anhelado ascenso no han actuado un solo minuto en primera. Pero como no importa su procedencia si no su destino hay que seguir combatiendo fecha a fecha pues seguramente el futuro será de primera y por qué no en el extranjero.

En la Antigua Roma se llamaba el anfiteatro y en ese coliseo la primera fila era destinada a las autoridades locales: Patricios, sacerdotes, magistrados o senadores, con el tiempo fue cambiando y quedó como en el futbol: los palcos de personalidades quedaron en las filas de arriba, el lunes en la noche en el “coliseo monumental”, luego de un discreto primer tiempo, el gladiador “Juancho” Ríos robó el balón, tomó la lanza, atacó el área contraria eludiendo rivales, hizo la pausa, levantó la cabeza y con un pase sutil con la planta del pie dejó a su compañero el otro gladiador “Leo” Castro de cara al gol y este con pierna izquierda derrotó la resistencia de su oponente y ambos salvaron de la esclavitud futbolística a un equipo que en el primer periodo vivió en el oscurantismo y esclavo del fútbol atildado de su rival, solo los gladiadores podrían salvarlo y lo hicieron.

Fue un gol magnífico que cambió la historia del partido, fue conmovedor ver celebrar ante los lobos sur a los dos grandes gladiadores, acompañados de dos aprendices de gladiadores Sinisterra y el “Cucho” Hernández, luego vendría la jugada individual de Sinisterra y otro gol de castro para que el emperador Vásquez disfrute de un nuevo duelo por el ascenso en el monumental.

La mesa está servida, el único objetivo es clasificar, lo tenemos todo pero cuidado que los gladiadores no siempre están en su mejor día y allí es donde tiene que aparecer el emperadorcito Lisi para salvar los muebles, no dejemos solos a los gladiadores… que hasta ESPARTACO, el gladiador más famoso murió. Abrazo de gol!

 

Diego Salazar

Por: Diego a. Salazar Valencia.
Twitter: @DiegoSalazarV9

 

 

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