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Otra lección del fútbol

Por Andrea Mesa Quiceno
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Actualizado: 21 noviembre, 2016

#OpiniónDeporteRisaraldense
La Columna de Héctor

El fin de semana fue sin duda un tobogán de emociones para muchos aficionados del fútbol colombiano, tanto en la Primera B como en la A y con unas lecciones de verdad muy interesantes que dibujan claramente el por qué éste es un deporte de pasiones.

Arranquemos con el Deportivo Pereira. Cuando se hizo el sorteo de los famosos cuadrangulares, muchos (y me incluyo entre ellos) hicimos “fiesta” por los rivales que le correspondieron al equipo matecaña. Pero solo tres partidos después el panorama se tornó sombrío, apocalíptico, de rabia y de dolor. Hinchas llenos de dolor, un cuerpo técnico hermético con la prensa, mensajes confusos, jóvenes jugadores recibidos con insultos, pancartas incitadoras, calificativos despectivos hacia los directivos y muchos que se bajaron del bus de la vitoria.

Dos partidos después, solo dos partidos, de nuevo todo es ilusión, todo es esperanza, el equipo está a 90 minutos de regresar a la Primera División del Fútbol Colombiano y depende de sí mismo, de nadie más. Eso no quiere decir que ya lo haya logrado. El ambiente hoy es muy diferente, hoy todos aferrados a esa ilusión y todos jalando para el mismo lado.

El fútbol es tan complejo, que el domingo los que tenían lista la fiesta eran los del América. Con la ilusión también de volver a la A y resulta que ahora la mejor opción la tiene el Quindío porque con el empate le basta para ascender, pero el partido será en Cali, en el Pascual Guerrero y eso sin duda influye bastante.

Hace apenas unas cuantas semanas los dos equipos sensación de la A eran Alianza Petrolera y Envigado, pero tan solo un par de resultados adversos y se quedaron por fuera de la fiesta. No clasificaron entre los ocho. Y ahora los aplausos son para Patriotas de Boyacá y el mismo Bucaramanga.

Junior fue subcampeón en el primer semestre, finalista de la Copa Águila y tuvo participación en Copa Sudamericana; eso es el sueño de muchos equipos en Colombia y en Suramérica, pero para ellos y sus hinchas es un fracaso.

Y las cosas pueden volver a cambiar de manera dramática este fin de semana, cuando se decidan muchos partidos y entonces nos vamos a encontrar que solo se trata del fútbol y sus duras lecciones.