Deporte Risaraldense

Eyda Luz, una mujer enamorada del arbitraje

Fotos: Orlando Salazar Zapata.

Por: Orlando Salazar Zapata

Hace tres años se enamoró del arbitraje y por él dejó de ser la delantera goleadora, la atleta constante y la pugilista que estaba en los planes de medalla del entrenador de la Liga de Boxeo.

Eyda Luz Maturana Maturana ya tiene los méritos académicos y físicos – según la evaluación de la Comisión Arbitral de Colombia realizada en diciembre pasado – para dirigir en el fútbol profesional femenino de Colombia, a partir del momento en el que comience el campeonato.

Ese aspecto no es solo un logro personal. En el comienzo de esta semana el destacado periodista Hugo Ocampo Villegas publicó en www.elopinadero.com.co una columna titulada “¿Qué pasa con el arbitraje en el fútbol risaraldense?”, y el colofón a su escrito es lapidario:

“Porque en este presente, lamentablemente el arbitraje risaraldense no existe para dirigir en el terreno central sino para correr con banderolas por los costados y ayudar a controlar los bancos de los equipos”.

Eyda Luz es la “portaestandarte” del arbitraje femenino, y a la luz de la reflexión del periodista Ocampo Villegas, del arbitraje en general.

Si bien son cinco mujeres las que ejercen esta profesión en Risaralda, Eyda Luz es la única que tiene su escarapela para dirigir profesionalmente, tras formarse totalmente en Risaralda.

Es madre de Johan Andrés, un niño de 9 años, por el que ha trabajado en call center, en restaurantes, vendiendo libros y planes de televisión y de celulares puerta a puerta, y por el que diariamente se ejercita de manera intensa, tanto en lo físico como en lo intelectual, ahora que está dedicada de lleno a una profesión en la que aspira con el tiempo a ser jueza FIFA.

“¡Amo el arbitraje!”, dice. “En él se emplea mucho la paciencia… tomar decisiones rápidas, y si un jugador entrena dos horas, usted tiene que entrenar 3 o 4 horas, es decir, el doble de lo que hacen ellos”.

Cuando era niña se fue a vivir con sus abuelos a Santa Cecilia (corregimiento de Pueblo Rico – Risaralda), en donde estudió la primeria, ayudó en las labores del campo (recoger leña, cuidar pescados, gallinas y cerdos) y tuvo una niñez “¡espectacular!”.

Regresó a Pereira para terminar su bachillerato y graduarse como tecnóloga en contabilidad y finanzas del SENA.

Es una mujer pereirana que extraña mucho a Santa Cecilia, que jugó y hacía muchos goles de cabeza con Atlético Dosquebradas y selección Dosquebradas, y que hace tres años – solo por no quedar mal – le dijo a un amigo que ella sí le aceptaba la invitación a una charla sobre arbitraje. Y desde entonces su vida gira alrededor de esta faceta del fútbol.

Su madre, Luz del Carmen, está dedicada al hogar, y su padre, Manuel José, la bautizó Eyda Luz, porque le encantaba una novela musicalizada con “La Casa en el Aire”, del maestro Rafael Escalona, en la que la protagonista es Ada Luz, que para el caso de la árbitra, derivó en Eyda Luz.

Pues bien, Manuel José, como buen maestro de obra civil, también soñó con construir un buen futuro para su hija, como lo escribió Escalona:

Voy a hacerte una casa en el aire
Solamente pa’que vivas tú, (bis)
Después le pongo un letrero muy grande
De nubes blancas que diga Ada Luz. (bis)
Porque cuando Ada Luz sea señorita
Y alguno le quiera hablar de amor,
El tipo tiene que ser aviador
Para que pueda hacerle una visita. (bis)
El que no vuela no sube
A ver a Ada Luz en las nubes,
Porque si no vuela no llega allá,
A ver a Ada Luz en la inmensidad
«.

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