Deporte Risaraldense

Un jugador con los pies en la tierra y la mente en el fútbol profesional

Por: Orlando Salazar Zapata (Comunicador social y Periodista) 

Juan José Gallego Zapata está recorriendo el mismo camino de los pereiranos Juan Camilo ‘Cucho’ Hernández y Leonardo Castro, y de seguir en su actual condición deportiva y mental seguramente logrará cumplir el sueño que lo acompaña desde cuando su abuelo materno le inculcó el amor por el fútbol. 

Las circunstancias de vida que le son propias a cada persona determinarán si este joven de 17 años de edad, actualmente integrante del club Corpereira Divisiones Menores, avanza tanto como sus amigos de barrio “Cucho” Hernández y “Leo” Castro. 

Por lo pronto, Juan José Gallego Zapata es protagonista del fútbol risaraldense, así el convenio entre la Liga de Fútbol de Risaralda y Deportivo Pereira lo haya desconocido para, al menos, darle una oportunidad de mostrarse y ganarse un espacio en la selección Risaralda que actualmente disputa el cupo a Juegos Nacionales, y en la cual solo hay jugadores del registro del Deportivo Pereira, exceptuando un deportista del club Sócrates Valencia. 

Es tan estrecha esa relación entre ambas entidades, que los partidos los disputa la selección departamental con el uniforme del Deportivo Pereira, en un quebrantamiento al sentido común y a la cultura deportiva de Risaralda. 

QUIERO DEBUTAR EN EL PEREIRA 

Juan José es pereirano; en una escuela de fútbol de Medellín tuvo su primer acercamiento con el fútbol, y a los 10 años, ya en Pereira, hizo parte del Club La Cantera; volvió a Medellín hasta el año pasado, lapso en el cual integró las divisiones menores de Atlético Nacional, Deportivo Independiente Medellín y Ferroválvulas; desde enero está de nuevo en esta ciudad, “porque a mí siempre me han preguntado que dónde quiero debutar y siempre dije que en el Deportivo Pereira. Dios y la Virgen me trajeron de regreso a Pereira, y aunque en Medellín hay equipos grandes, yo siempre opté por el amor, por el sentimiento que le tengo al Pereira y aquí me siento bien”, dijo. 

Hace goles por montones, como él lo dice. “Toda la vida he sido goleador; me gusta mucho el gol, la alegría de convertir y de que celebren conmigo”. 

El Blog de las Estadísticas del periodista pereirano Hugo Ocampo Villegas, que publica en la red social Facebook, dijo recientemente lo siguiente de este futbolista: 

“El protagonista de la semana: Juan José Gallego de Corpereira: el artillero del grupo 5 del torneo interclubes sub 17 de la Difútbol. Con 13 goles ha convertido el 54% del total de su equipo (24)… 

… Y ha sabido aprovechar la oportunidad. Gallego ha convertido de los 13 goles, tres de penalti. Y suma tres dobletes. Anotó de manera consecutiva 8 goles en 6 partidos seguidos, entre las fechas 2 y 7. Y sólo ha pasado en blanco en dos jornadas: ha convertido en 10 de los 12 partidos que ha jugado. Sólo ha faltado a uno”.  

Y en otro apunte del mismo Blog, concluye: “Juan José, quien volvió a su tierra luego de haber empezado su trayectoria futbolística en Medellín, firma con goles su hoja de vida en las canchas”. 

La actualización a esa nota indica que es el goleador de la zona de Risaralda en el Nacional Sub 17, con 18 goles en 14 partidos (de los cuales dejó de disputar 2). A su edad le alcanza el tanque de oxígeno para competir con Corpereira Divisiones Menores en el Nacional Sub 20. 

“ME LA SUDO HASTA LO ÚLTIMO” 

Siempre ha jugado de 9. “En la selección Antioquia me pusieron de lateral derecho y de volante de marca, por la rapidez y por mi llegada a gol; también me destaco como volante 10; lo único que me falta hacer es jugar de defensor central. Soy un jugador que me la sudo hasta lo último, hasta que mis pies no pueden. Soy fuerte, me gusta gambetear, asociarme, poner a jugar todo el equipo, me gusta salirme de la posición. Soy más atrevido con el balón, para ponerle picante al fútbol”. 

Para dedicarse a este deporte, porque su meta es llegar a ser profesional, dejó el aula tradicional y matriculó su bachillerato en un colegio virtual (San Francisco de Asís, con sede en Pereira); todos los días se mete a la plataforma entre las 9:00 de la mañana y la 1:00 de la tarde, luego de una rutina matinal que tiene establecida en su casa de estiramiento muscular con la que evita lesiones. “Eso es lo que se llama entrenamiento invisible”, anota. 

Su abuelo, un exjugador de divisiones menores de Millonarios y Pereira, Luis Eduardo Zapata Zapata, ha sido su mentor, y sus padres José Gallego y Natalia Zapata, sus impulsores en el fútbol.  

Actualmente su entrenador es Nadid Rocha, integrante del cuerpo técnico que ascendió a Deportivo Pereira en el año 2000. 

Rocha comparte su trabajo en Corpereira Divisiones Menores con los profesionales Wilfrido Quintín (técnico AFA), Faber Romero (PF) y Mateo Ramírez (PF). 

En su maletín no puede faltar una máquina y unas tijeras para motilar, porque también es barbero; su madre le enseñó en Medellín, y mientras ella motilaba a sus clientas, Juan José se ocupaba de los jugadores de su edad del Medellín, del Nacional, de Envigado, que le pedían los cortes que solo los brinda el arte de desvanecer el cabello con la máquina, y entonces de ahí salían listos para los partidos con el alemán, las bases, el francés o el siete.

Aquí en Pereira también lo hace con sus compañeros de equipo, en los intervalos o al final de los entrenamientos. “Yo no les cobro; es lo que quieran dar”, aclarando que “Los cabellos de mis negros son muy difíciles de tratar” (risas). 

QUINCE TATUAJES 

Los jugadores de fútbol tienen tatuajes, y Juan José no es la excepción. Son 15 en el cuerpo. El primero fue el número 23, en la ingle, que hace referencia al número con el que siempre jugó el baloncestista Michael Jordan. “Es el número de los ganadores”, explica Juan José. 

El último es curiosamente el primero que se quiso tatuar, pero por ser chico sus padres no lo dejaban; en el cuello, a su lado izquierdo está la frase: “Sentimiento futbolero”, que resume lo que es este deporte para él. 

Y hablando de frases también tiene: “El tiempo de Dios es perfecto”; “My life my rules” (mi vida, mis reglas); The soccer is life (El fútbol es vida); All we need is love (todo lo que necesitamos es amor); “Gallego Carpe diem” (Gallego, su apellido, y Carpe diem, del poeta romano Horacio, que significa mantente fuerte y aprovecha el momento), y también tiene dibujados un lobo, un león y la mirada de un tigre, así como 10 estrellas (porque es el número de camiseta que suele utilizar). 

En su pierna derecha se lee “La familia es primero”, que para Juan José es el tatuaje más importante y por eso se lo plasmó en la pierna derecha. 

Foto / Orlando Salazar / El jugador pereirano Juan Jose Gallego

De todos, hay uno en particular que llama la atención, una vez está de por medio la explicación. Al lado del dibujo de un avión de papel hay un avión comercial. “Este jet es la sombra del avión de papel; este soy yo (el avión de papel) y este lo que seré (avión jumbo)”. Los próximos tatuajes serán los rostros de sus padres. 

Sus “influencers” son “El Cucho” Hernández y Leo Castro, amigos del barrio San Marcos, de Cuba; con el primero alcanzó a jugar algunos partidos siendo niños, y con el segundo compartió hace muy poco sesiones de terapia en Medellín; “él se acordó de mí y me dijo ¿y usted qué hace por acá? Imagínese, él jugando en el equipo profesional y yo en las divisiones menores”. 

Juan José Gallego Zapata está calentando motores y carreteando en las canchas del fútbol aficionado, a la espera de que la torre de control le dé la orden para que ese avión pueda despegar. 

Actualmente se encuentra en Asunción, Paraguay, dando sus primeros pasos en el fútbol internacional tratando de encontrar su espacio en las inferiores del Club Olímpia, uno de los equipos más importantes de aquel país y de Sudamerica tras obtener tres títulos de la Copa Libertadores (1979, 1990, 2002) y una Copa Intercontinental (1979).

Foto / Suministrada / Juan Gallego con la camiseta ‘franjeada’

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