«Sea quien sea el Director de Juegos Nacionales»

Por Editor Web
- Tweet
- Pin It
Actualizado: 1 mayo, 2020

Por: Carlos Marín (Comunicador Social y Periodista)

La elección de quien será la cabeza de la fiesta del deporte aficionado más importante de Colombia en el 2023, tiene tinte de división en el Eje Cafetero. Un gran riesgo ante el reto que se avecina para la región.

Alberto Franco (Quindío), Jhon Jairo Velásquez Cárdenas (Risaralda) y Héctor Mauricio Angée Villanueva (Caldas), son los elegibles para un Ministerio del Deporte que no tiene una decisión sencilla por tomar, pues la presión de un sector deportivo del Eje Cafetero, le apunta a Héctor Mauricio Angée, mientras algunos miembros de la clase política y dirigencial, ponderan la hoja de vida de Jhon Jairo Velásquez Cárdenas.

Lo importante, como lo señalan algunos líderes del entorno deportivo de Risaralda, es que desde el órgano que rige el deporte en el país, se pueda analizar con escrutinio todas las posibilidades, sin que prime el factor político, un elemento subyacente a este tipo de procesos.

Se sabe bien que desde la dirección de los Juegos Nacionales se pueden tomar decisiones influyentes en materia de infraestructura, asuntos técnicos, complementarios en logística y organización; pero también en otros espinosos como la contratación en construcción y adecuación de escenarios deportivos, lo que hace más atractivo el puesto.

*Foto / Primera Línea / Juegos Nacionales Bolívar 2019*

El temor a que la decisión sea política, se fundamenta en la medida que este cargo pueda ser utilizado para que los gobernadores puedan pagar favores políticos a través de las justas, lo que dejaría en riesgo el trasegar del evento deportivo en su planificación, estructuración, ejecución y posterior organización.

En este panorama, el mismo ministro del deporte, Ernesto Lucena Barrero recibió una comunicación de los gobernadores del Eje Cafetero. Sí, Víctor Manuel Tamayo Vargas (Risaralda), Luis Carlos Velásquez Cardona (Caldas) y Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas (Quindío), pidieron que se incline la balanza por el candadito Velásquez Cárdenas.

Situación que puso entre las cuerdas la candidatura de Alberto Franco y Mauricio Angée, quienes no se han valido de sustentos políticos hasta el momento para allanar el camino en esa ruta de dirigir los XXII Juegos Deportivos Nacionales y VI Juegos Paranacionales.

Si bien cada uno ha sabido cómo recibir el respaldo de los actores en sus territorios; el desconcierto llega también para entrenadores, dirigentes deportivos e incluso referentes de la misma prensa deportiva, que no encuentran los suficientes argumentos para elegir a Velásquez Cardona.

Luego, más allá de la decisión que tomen desde la cartera de deportes, es necesario pedir una ponderación adicional: y es que sea quien sea, el gremio del deporte se permita trabajar de la mano, con ese lema que surgió en la construcción de la propuesta para ser candidatos, #MejorJuntos.

A su vez, que se generen las herramientas la socialización constante sobre cada una de las etapas para que los actores intervinientes en todo el proceso y los que no están relacionados directamente, puedan entender cómo se desarrolla los trabajos, específicamente en planificación, contratación y ejecución. Propiciando una cultura de la transparencia en cada etapa.

Le repartición de puestos, de un proceso que vivió su etapa más solidaria en la formulación de la propuesta, es la gran preocupación. Si bien hubo comisiones que trabajaron más que otras, que decidieron asuntos de plano estructural, mejor que otros, la región se mostró unida ante tal idea.

*Foto / El Universal – Cartagena / Patinaje en Juegos Nacionales*

Ahora no hay margen para marcadas diferencias, hay que pensar en el deporte más allá de los nombres en cuestión.

Si para el 6 de mayo, el elegido es el señor Jhon Jairo Velásquez Cárdenas, es fundamental acompañarlo. Si la decisión fuera por Alberto Franco, de la misma manera corresponde al gremio del deporte, poder participar en la definición de caminos junto a este dirigente.

El Eje Cafetero asumirá un reto, que bajo ningún contexto se puede dejar solo en las manos de los entes territoriales. No se puede vivir lo mismo que Chocó-Ibagué hace varios años, menos, un manoseo político desconsiderado.

Los juegos deben ser por la gente y para la gente.