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LA GUERRA DEL FÚTBOL
- Actualizado: 8 julio, 2012
Definitivamente no hay nada que hacer, por más palabras y advertencias que hagan los periodistas, por más estrategias que ejecute la Alcaldía y la Policía, y por más pactos que hagan los líderes de las barras, el fútbol en Pereira y en Colombia se volvió una guerra absurda.
Lo del sábado entre Pereira y Nacional, donde no se jugaba nada, demuestra que el fútbol es el mejor espacio para que algunos bandidos se unan y roben, destruyan la infraestructura de la ciudad y agredan a otros ciudadanos por el solo hecho de llevar una camiseta de otro color.
La ciudad le debe entregar a un encuentro de fútbol 800 hombres, descuidando desde las 10 de la mañana a gran parte de la población, para ir a separar a cientos de bandidos, que se hacen llamar hinchas, que se llenan de valentía en grupos, porque saben que tendrán a los uniformados para separarlos, pues seguramente si la Policía no estuviera no tendrían la hombría de enfrentarse.
La Policía capturó más de cien menores de edad, se incautó de gran cantidad de armas blancas, pero los daños fueron muchos, a cuántas personas robaron, hirieron, le dañaron sus carros, cuántos hinchas ingresaron sin pagar al Megabús, en fin, por una recocha de partido, no se puede paralizar una ciudad.
El fútbol es un gran espectáculo, Pereira una ciudad que ama a su equipo, pero las buenas familias ya no pueden ir al estadio, no volverán, porque el pasado sábado quedó demostrado que los violentos tienen el poder de acabar con todo, y van a aprovechar cada encuentro deportivo para hacer lo mismo.
Es cierto, hay buenos barristas, pero ellos no pueden controlar a los menores de edad, y otros que van a causar robos y actos violentos. Mientras se crean leyes que permitan la judicialización de estos individuos, para que estén en la cárcel por varios años, lo mejor es prohibir las barras visitantes en Pereira y todo el país.
Ya no más bandidos en los estadios, hay que recuperar el fútbol para las familias, los buenos hinchas, de lo contrario cada encuentro con Once Caldas, Nacional o América, será una guerra por toda la ciudad, y una oportunidad para que muchos desadaptados roben en grupos a comerciantes y personas desprevenidas.