Deporte Risaraldense

Una propuesta para evaluar

En carta al Alcalde, el presidente del Deportivo Pereira, Álvaro López Bedoya hace una extensa consideración sobre las medidas restrictivas tomadas por las autoridades para impedir el acceso de los denominados ‘chingas’ a los partidos del equipo profesional, proponiendo replantear la estrategia que les permita volver al estadio.

Señala el directivo que la prohibición podría degenerar en consecuencias aún más lamentables hacia un futuro inmediato por la reacción que podría derivar del malestar generalizado de los niños y jóvenes que siguen al Deportivo Pereira al no poder disfrutar de uno de los pocos goces que les ofrece la vida como es el fútbol, ya que su condición social los tiene marginados de otras oportunidades.

Bienvenida la propuesta
A mí me parece sana, prudente y bien intencionada la propuesta de López Bedoya y sobre ella deberíamos trabajar para recuperar el espectáculo del fútbol como un sano esparcimiento.

‘Garrote con zanahoria’ decían nuestros abuelos. O sea, sin perder de vista la autoridad y ciertas decisiones coercitivas, que de momento son necesarias, tender una mano para intentar un cambio en la actitud de estos jóvenes y tratar de frenar la violencia y la delincuencia que se desbordó de los estadios y se propagó por las calles, cobrando incluso víctimas por el color de una camiseta.

Hay que intentarlo
Expone en su carta el dirigente que se podría explorar la posibilidad de determinar sitios de encuentros de estos hinchas, previo al partido, y desde ahí conducirlos al estadio en buses que proporcionaría el Deportivo Pereira y el mismo procedimiento se haría luego del mismo.

Esa es una alternativa, podrían existir otras. Lo que yo respaldo y en eso me identifico con el presidente López, es intentar un camino de resocialización a través del fútbol, con sentido de inclusión y recapacitación y no de exclusión que se vuelve un arma peligrosa entre los sectores marginales.

Con los actores
En esta tarea, nada fácil por supuesto pero no por ello improcedente, deber ser actores principales nuestras figuras del fútbol, porque el problema es nacional.

Ellos pueden ser portadores del mensaje de vida que esos niños y jóvenes no han tenido en su entorno familiar y social. Una campaña masiva a través de los medios, el contacto mismo de los futbolistas con los hinchas. En fin, buscar estrategias y no quedarnos cruzados de brazos. Intentémoslo.

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