Luego de la reunión, que se llevó acabo en 2012, entre delegados de Supersociedades, el Ministerio de Trabajo y algunos acreedores, ordenaron la liquidación de la Corporación Social, Deportiva y Cultural -Corpereira-, por los incumplimientos que venía presentando con sus trabajadores. La principal conclusión de la reunión fue que Pereira estaba en proceso de reorganización como cualquier empresa, pero en ese tiempo incumplió sus obligaciones de pago oportuno con sus trabajadores, situación que lleva a la Superintendencia de Sociedades a dar por terminado el acuerdo y ordenar la liquidación.
Para resumir el problema tan grande que tenía el equipo en ese entonces, Deportivo Pereira llegó a perder puntos en el escritorio por no presentarse a los partidos debido al no pago de salarios, no tener con qué pagar el seguro o polizas para jugar en el estadio o simplemente no poder alquilar el escenario deportivo.
Después, a mediados del 2013 Jhon Omar Candamil, auxiliar de la justicia llegaría en compañia de Duván Vazquez para salvar los activos de la institución y hacerlo viable para subastarla en un tiempo no mayor a 6 meses y han pasado mas de 51 meses, y hasta hace poco, por fin se avizoraba la luz al final del túnel para volver a comenzar por medio de una subasta y tal vez pensar en hacer de este equipo, una insignia de real valor.
Este miércoles se dio la noticia de que el juzgado Quinto Civil del Circuito de Pereira decidió suspender de manera definitiva el proceso de subasta y citar para el martes 3 de octubre a las 9:00 de la mañana, en la instalaciones del Palacio de Justicia, a una audiencia de reorganización.
Palabras más, palabras menos, el tan temido apellido ‘Lopéz’, volvería a sonar en las arcas del Deportivo Pereira volviendo así al mando de Corpereira, si asi lo decidiera la señora juez que lleva el caso. Y la pregunta que queda es:
¿Y ahora quién podrá salvarnos?